A nuestra amiga Nefer, desde hace un tiempo le ha dado por beber durante todo el día té. A Carmen y a mi eso del té no nos tira mucho, pero siempre que vamos a su casa nos ofrece uno. Como preferimos otro tipo de bebida, lo rechazamos con mucha educación.
Ella también tiene su ritual de preparar el té, no dura tanto como el japones, pero se le acerca.
Primero pone en marcha su super-pijo calentador eléctrico de agua. En este agua le pone las bolsas de té, que ella misma se fabrica, pues le gusta poner en el té bolas de frutos rojos, o frutas de otro tipo. Al cabo de unos minutos lo vierte en un termo y lo va bebiendo durante todo el día.
Siempre tiene problemas con la temperatura del té. En invierno no está bastante caliente y en verano no está bastante frío, lo mismo le pasa durante las otras estaciones del año.
He encontrado por internet las bolas de te con forma de aleta de tiburón perfectas para ella, que las puedes rellanar con té a granel y frutos rojos. Encuentro muy divertido que el agua se vaya tiñendo de color rojo como si fuera sangre.
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