sábado, 2 de febrero de 2013

BAÑO MATUTINO

Esta mañana al levantarme y después de desayunar, he decido que en vez de darme una ducha rápida, me apetecía darme un buen baño. Esto lo hacía cuando era joven y ahora no sé que me pasa, pero siempre tengo prisa o he de hacer algo y no tengo tiempo.

Preparar la bañera para un buen baño es todo un ritual. Me he puesto a hacerlo, he abierto el agua caliente, he tirado unos sales que he encontrado y he echado jabón de baño de los que hacen espuma. Mientras se llenaba la bañera, he encendido unas velas, he puesto música y me he preparado para meterme. Una cosa importante es poner la patita amarilla de goma, imprescindible en un baño, en el agua. Finalmente con el baño caliente y la bañera llena me he metido en el agua.

Me estaba relajando y disfrutando del baño, la música y mi patita, cuando ha sonado el teléfono. Como a mi edad ya estoy un poco de "payá", no me he acordado de traerme el inalámbrico y he tenido que salir de la bañera para contestar. Entre salir, no comerme el suelo por casualidad al resbalar con los pies llenos de espuma, secármelos e ir a buscar el dichoso teléfono, el que ha llamado ya había colgado. Me he acordado de toda su familia, pero como no se quien era, da igual. A los cinco minutos han vuelto a llamar, y esta vez sí he podido hablar.

Después de casi media hora he salido de la bañera, me he secado, puesto todas las cremas que he encontrado y me he vestido.

Ha sido una buena manera de empezar el día.

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