VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Esto de cruzar la barrera de los 60 tiene sus ventajas; para ser sincera le he encontrado dos, pero seguiré buscando.  
La primera es que si te sale un grano en la cara, porque te has hinchado a embutidos, no significa que se haya producido un cataclismo mundial; y que si el pantalón no se ajusta perfectamente a tu trasero, el gran problema tampoco se ha convertido en un enorme conflicto nacional. El resto, ¡todo desventajas! 

Veamos:

No puedo comer pimientos porque me producen una terrible acidez de estómago, el arroz no lo digiero hasta pasadas las 48 horas, la pasta se convierte en un mazacote de cemento que se queda clavado por encima del cinturón durante horas y si abuso de leche o derivados... ¡al lavabo va mi madre! Etc.

No digamos ya del gran apartado "actividades diversas". Bailar rock puede descoyuntarme la cadera y como eso del pasodoble no va conmigo, lo del bailar se acabó. ¿Hacer footing?... ¡Vamos, anda, si no lo hice de joven, lo voy a hacer ahora!... ¿Pasear? Bueno, eso sí, si el terreno es plano y el paseo no dura más de 15 minutos, que me canso. ¿Esquiar?, ¿senderismo?, ¿aerobic?... Ja, ja, ja.

En resumen, que esto de pasar la barrera de los 60 es un auténtico coñazo que sólo te sirve para lo de los granos, lo de los pantalones y hacer lo que realmente te viene en gana; que acostumbra a ser poco, nada o lo estrictamente necesario y dejar de lado los convencionalismos sociales. Si no apetece, no apetece y punto.

Pensándolo bien, no son dos las ventajas, son tres. ¡Que contenta estoy! Mañana buscaré más.