Esta mañana me he levantado con espirítu solidario, y en vez de ir a la peluquería a lavarme el pelo y a que me peinaran, he decidido hacerlo en casa.
Me he preparado el champú, el suavizante del pelo, la toalla y el secador del pelo.
Como no me gusta lavarme el pelo cuando me ducho, lo hago luego arrodillada y con la cabeza en la bañera. Luego viene lo de levantarme, que con la espalda que tengo, me cuesta un poco.
Una vez desenredado y secado un poco el pelo con la toalla, he cogido el secador y me he puesto a secármelo.
Y ohhhhhhhhhh, al cabo de unos minutos, con el pelo aun bastante mojado, "el secador se ha muerto". No ha habido manera de que se pusiera en marcha otra vez.
Con un humor de perros, me ha tocado salir a la calle con el pelo mojado e ir a una tienda a comprar uno nuevo.
En definitiva, sí hubiera ido a la peluquería me hubiera ahorrado unos cuantos euros.
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