Hoy, como había quedado con mi amiga para ir al C.I. decidí maquillarme
para disfrazar un poco el paso de los años y no parecer una muerta viviente.
Me unté las manos con el maquillaje, lo pasé por la cara como si me la
estuviera lavando y cogí el corrector de ojeras. A brochazo limpio, en todos
los sitios que veía algo oscuro le daba una buena pincelada.
¡Pero ay de mí! Con tanta prisa me metí el pincel directamente en el ojo.
La marca del corrector es muy buena, lo cubre todo y, por el precio se
supone que el efecto es radiante, pero la verdad es que pica igual que el de
los chinos.
Jolines, que hartón de llorar. La cara a rayas por los regueros que me
hicieron las lágrimas y los ojos rojos e hinchados fueron el fruto de mi sesión
de makeup.
Está visto que eso de maquillarse no es lo mío.
1 comentario:
¡MENTIROSA!!!! Tú no has comprado en los chinos más que tres macetas, dos tuppers y una cuchara de madera.
¡Buena eres tú para ponerte hasta una laca de uñas made in China! Que nos conocemos...
Fdo. La acusica
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