Si os digo que hace años tenía un un letrero en el office que rezaba "El tiempo en la cocina es tiempo perdido" y sobre la cocina otro que decía "Ojo, la cocinera es Carmen" ya os lo he dicho todo, pero dejar el post así queda un poco rácano.
Cuando tuve la osadía de irme a vivir con el que luego fue mi marido, no sabía freír un huevo, además de verdad de la buena, por lo tanto los revoltillos eran mi plato preferido.
Tras muchos consejos, cientos de pruebas e "incomestibilidades", logré cocinar cuatro primeros y cuatro segundos de rechupete, por lo tanto me hice unas fichas en las que apuntaba el menú que ofrecía a los invitados, es decir que a la cuarta cena en casa, los "agasajados con mi soberbia cocina" volvían a comer practicamente lo mismo que el primer día, como les había gustado... Cuando me harté, impuse el "se cena fuera y las copas en casa".
En la actualidad no guiso mal, tampoco bien, y sigo creyendo en mi máxima de "el tiempo en la cocina es tiempo perdido", y así me va. Se quema, se engancha, se pasa...
La que guisa de coña es Neffer, también Cris lo hace bien. En eso, y también en otras cosas, me ganan pero no me importa. Bastante tengo hoy con guisar unos braons estofados y hacer un fricandó. ¡Dios que pereza me da! ¿A que alguno se me churrasca un poco, un mucho o un demasiado?...
Y ahora me pregunto, ¿por qué cuerno tuve que llenar la nevera ayer???... Gruuu
1 comentario:
Para comer, para comer. No te vas a pasar la semana pensando que cocinar es una pérdida de tiempo y adelgazando.
Que nos gustas así
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