CADA DÍA ESTOY PEOR

Me he levantado casi a la misma hora que siempre pero hoy, en lugar de deambular media hora por el salón y la cocina mirando las musarañas, me he ido directa a la ducha. Al salir, me he dirigido al vestidor para ponerme un chandal limpio, ya que anoche me tiré medio guiso por encima pero... en lugar de eso, abro un cajón, cojo un pijama limpio, me lo pongo y empiezo mi recorrido acostumbrado, primero cafetera, arena y comida gato y luego ordenador.

 

Han pasado más de dos horas y hace escasamente diez minutos, miro hacia mi escote y veo que llevo un hermoso pijama puesto. Vale lo de "pijama hasta el lunes" pero hoy me he pasado un pelo, ¡¡que sólo estamos a miércoleees!!...

 

Una vez "vestida correctamente", aquí estoy alucinada de las estupideces que llego a hacer.  Si a esto añado que ayer quise abrir un panecillo con un tenedor y que antes de ayer tiré el vaso de desayuno a la basura y, justo cuando iba a vaciar el cenicero en la fregadera me percaté del despiste... esto no mejora mi cerebro en lo más mínimo. 

Lo malo, es que estas situaciones no son nuevas y la "edad" no lo disculpa, ya que desde salir a pasear al perro por la Via Augusta con unas hermosas zapatillas amarillas peludas a "recolocar" la ropa recién planchada de nuevo en la lavadora... hay un sinfín de gansadas y despistes protagonizados por la que ahora escribe... ¿escribe?... ¿y en el ordenador?... ¡Ah, sí, pensé que lo hacía en el mando de la tele!
¡Qué le vamos a hacer si una es así o asá¡...