Tres eran tres las hijas de Elena, una italiana, una alemana y la tercera afrancesada charnega. ¿O no iba así el dicho?...
Empecemos por lo superficial y primer impacto: Una morena-morena, otra morena-castaña y la que falta castaña-rubia, vamos que solo una mantiene su color natural. Todas con media melena y en verano colas, pinzas ó lápices para evitar raparnos al cero. Dos de estatura normal, otra es "la larga".
Una viuda -por partida doble- con una hija, otra 1ºdivorciada-2ºviuda con dos hijos y la "torna" divorciada con gato. ¡Vaya ya me clareé!...
Respecto a la vida cotidiana somos bastantes parecidas, nos gusta vivir bien, cómodamente, y pegar el justo palo al agua, si nos lo podemos permitir, si no curramos como burras.
La más "sensata", al menos en esto, cuida mucho su alimentación y no se excede en nada; las otras dos comemos lo que nos apetece, si hay salsa y pan para mojar, muchísimo mejor. La lechuga... ¡ni verla salvo en decoración!
Una padece "marquitis", valora muchisísimo las marcas y es de tendencia minimalista; otra está enferma de "barriotis", es decir, no compra casi nada fuera de su barrio y colecciona cajas; la tercera, encima de coleccionar figuras de elefante, sufre "corteinglesitis aguda" desde hace más de 20 años, enfermedad que ha conseguido contagiar a una de las otras dos, que no pasa día en que no vaya a fichar al parking -es su hobby- y luego a por una lata de aceitunas o un paquete de palillos... Claro como vive al lado, va en coche y colecciona tickets de parking...
Por otro lado, a la alemana le gusta el champagne, la italiana prefiere el vino de Rioja y la "charnega" se queda con la cerveza. Lo dicho, internacionales. Respecto a las preferencias masculinas, sólo deciros que, en todos estos años, nunca nos ha gustado el mismo. ¿Raro no?
En lo que no nos diferenciamos un ápice es en que nacimos en la misma década, tuvimos una educación parecida, trabajamos, nos casamos, tuvimos marido, perros y gatos -las dos primeras "especies" desaparecieron por una u otra razón, los segundos se mantienen aunque sólo 2 de los 5 que en conjunto tuvimos- y lo también común y pernicioso para nuestra salud y economía es que las tres fumamos. ¡Sí, fumamos como carreteras!
Este gusto o placer común se convierte en un tremendo mal rollo cuando queremos ir a comer, "que si terraza, que si frío, que si me llevo una manta, pues yo dos, si habrá estufas, que si ya la he pillado..." y llegado el verano "¡Jolín que calor, esto no hay quién lo aguante!, etc..."; pero como sarna con gusto no pica y me está entrando el mono, me voy a comprar tabaco que no tengo.