Me
estoy dando cuenta de que las mañanas sesenteras son una solemne porquería.
Hoy,
por ejemplo, me despierto con el propósito de cumplir todo lo que me había
planteado ayer por la noche: levantarme pronto, fumar menos, hacer un poco de
gimnasia, teñirme el pelo, maquillarme y salir a comprar.
Pues
bien, en cuanto suena el despertador del móvil le doy sin contemplaciones a la
tecla de “parar alarma” y sigo durmiendo a pierna suelta. Me despierta el gato
a las 10, ya llego tarde. Me hago el café y enciendo el primer pitillo de una
serie de cinco, segundo intento fallido. Voy a sacar el lavavajillas, por eso
del ejercicio, y me arrepiento justo a tiempo, y van tres. Y entonces decido
teñirme el pelo con un maravilloso tinte en mousse de color CHOCOLATE HELADO DELICIOSO.
Las
instrucciones dicen que se use todo el producto, pero una que es más lista y
que está en plan ahorro por eso de la crisis, mezcla la mitad en un bol. Resultado:
líquido amorfo amarillento que, una vez aplicado, resbala y se encamina
directamente a los ojos.
¡ Mey Dey,
Mey Dey, Jiuston tenemos un problema!!!
Agua salpicando, toallas empapadas, movimientos a ciegas…
Resumen de la experiencia:
1-Cuarto de baño moteado en color marrón
2-Toalla estampado leopardo
3-Ojos color carmín
4-Pelo color naranja
¿Dónde está el CHOCOLATE HELADO DELICIOSO???
Total son
las 14:30, no puedo maquillarme, mejor dicho reconstruirme, y con estos pelos
no voy a salir.
Prometo que esta noche no haré ningún planning para
mañana.
1 comentario:
Sí contara lo que me propongo cada día para el día siguiente necesitaría una calculadora.
Al final, como tu no hago nada de nada de lo que me he propuesto
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