Desde hace tiempo nos planteamos que hacer algo de ejercicio es bueno. Hace años Nefer y yo lo intentamos, nos apuntamos a un gimnasio pero desistimos a las 3 semanas. Siempre teníamos algo mas urgente y divertido que hacer y encima no nos cansábamos.
Las tres seguimos con la intención de hacer algo, y después de darle mucho al coco hemos mirado lo del yoga, que ahora está muy de moda y todo el mundo nos lo recomienda.
Como nuestro deporte favorito es navegar por internet, he estado investigando y después de leer varios informes sobre las ventajas y desventajas del yoga, he llegado a la conclusión de que no es para nosotras.
Lo mas importante es que sí nos hemos de sentar en plan meditación una al lado de la otra, lo primero que nos pasará es que en vez de meditar nos destornillaremos de la risa solo mirarnos porque meditar ya lo hacemos en casa y nn¡mas bien poco. Pero lo peor son las posturas que se han de hacer. Con una de las de ellas, yo al menos seguro que me descongeringo, y pensándolo bien ellas también acabarían hechas unos zorros.
Pero tengo la solución. A las tres nos gustan los gatos y entre Nefer y Carmen tienen unos cuantos. Por desgracia yo ya no tengo, pero los de ellas son como si fueran míos. Como ellos tienen siete vidas y son mucho mas elásticos que nosotras, les hemos apuntado a clases de yoga-gatuna y de rebote sus ejercicios nos servirán a nosotras.
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