DIA DE LLUVIA Y VIENTO

Otro mes, otra semana mas y otro viernes, pero este es diferente: llueve y sopla un viento terrible. Yo que quería ir mañana a la playa...

Toda la noche he oído el ulular del viento en el patio interior y en el de manzana, a veces parecía el susurro de algún fantasma perdido en la tercera dimensión. A las 5 de la mañana, harta de tanto susurro, me he levantado ante la mirada atónita de mi gato que ha debido pensar 'se ha caído de la cama'. Al cabo de media hora he vuelto a ella -¡jolines que frío hacía!- y, tras 300 vueltas, me he quedado dormida hasta pasadas las 9.

La danzante noche ha conseguido que me levante cruzada, el día gris y triste todavía me cruza más y como aún no me he comprado la sencilla, poco cantarina y barata gabardina de Burberry, mejor dejo las compras para mañana, y de paso, asalto el cajero (el banco estará cerrado y Mª José no me verá) y voy por la gabardina, que, dicho sea de paso, sólo vale 2495 euros. ¡Más barata que en Marruecos! Una ganga.

Vista la baratura de tan discreta pero bonita prenda, lo digo en serio: me gusta; si me toca la primitiva a lo mejor me compro dos, una como la de la foto y otra, si la tienen, en amarillo.
Siempre he sido muy discreta vistiendo y como ya tuve una amarilla plastificada y nadie me tiró tomates... ¿Por qué no intentarlo de nuevo?

Por cierto, pensar que tenía la antigua y genuina Burberry color beig hasta los tobillos y en el último traslado se extravió... 

Ese hecho siempre me pareció muy extraño. ¿Quién me churrimangó la gabardina y la capa reversible que me había comprado en Londres?... Nunca lo sabré. Me dí cuenta tiempo más tarde y nada pude reclamar. 

Ahora que me he vuelto a acordar, me ha pillado de nuevo el mosqueo. Será que por eso, o porque no estoy para tirar el dinero, por lo que no he vuelto a Londres. Para que me roben la ropa que traigo... mejor me quedo en casa.