
Las mujeres hemos trabajado toda nuestra vida, ya sea en el campo, en la casa y, de unas décadas para aquí, también en la empresa y en todo lo que se nos ha puesto por delante. Somos trabajadoras por naturaleza o porque no nos queda otro remedio. Lo injusto es que parte del trabajo de la mujer -casa e hijos- nunca ha sido valorado, siempre ha estado poco reconocido y, muchas veces, criticado por las que trabajábamos fuera de casa.
A las mujeres que no nos limitamos a ser "señoras de" y salimos a competir en un mundo dominado por los hombres, todo nos costó el doble, nos fue más duro progresar que a ellos, tuvimos que demostrar más y, para colmo, siempre cobrando menos. Puede que por eso se diferencie a la mujer "trabajadora". Puede... pero sigue sin gustarme.
A las mujeres que no nos limitamos a ser "señoras de" y salimos a competir en un mundo dominado por los hombres, todo nos costó el doble, nos fue más duro progresar que a ellos, tuvimos que demostrar más y, para colmo, siempre cobrando menos. Puede que por eso se diferencie a la mujer "trabajadora". Puede... pero sigue sin gustarme.
Pues, nada, como no entiendo bien esa celebración, desde aquí propongo que el día 8 no demos palo al agua en casa -fuera ni se nos ocurre-, que ellos los disfrutadores del arcaico "descanso del guerrero" se dediquen a hacer las tareas también fuera de la oficina ya que las mujeres, cuando acabamos nuestro horario laboral seguimos con el extra-laboral casero; y aunque, actualmente, ellos echen una mano, todavía la echan más bien poco.
Para reinvindicativa y días mundiales, ¡yo misma!
1 comentario:
Por eso y para "SU DESCANSO" algunas los devolvimos al remitente o remitenta y nos libramos de dos pájaros de un tiro
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