Una de ellas es no tener de ir
con toda la familia de vacaciones. En Semana Santa nos íbamos al apartamento de
la playa y tenía sus inconvenientes para las madres.
Primero
empezábamos haciendo las maletas de todos, bueno miento la de mi marido se la
hacia él. Pensar que tiempo iba a hacer,
ropa por si hacía calor, ropa por si hacía frío y llovía. Total un montón de
bolsas y maletas con ropa que al final la mitad no se usaba.
Durante
el viaje en coche, la canción de siempre de los niños: “Falta mucho”, esto solo
a los cinco minutos de haber salido y así hasta llegar. Hay veces que a los
niños los adoras y este es uno de esos momentos.
Cuando
llegábamos al apartamento colocar todo en los armarios solo para una semana. Pasadas las vacaciones vuelta a guardar
todo otra vez en las bolsas y maletas y otra vez para nuestra casa, donde
tocaba otra vez lo mismo pero al revés. Deshacer maletas y bolas, poner
lavadoras, planchar y volver a guardar todo en su sitio.
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